Hay tantas palabras de amor y admiración que podría decirle a esta ciudad...París en una obra de arte en sí misma. Una maravilla y un ejemplo de cómo hacer una ciudad hermosa y con armonía.
Hay tantos detalles bonitos en las calles de París: los tejados, las chimenesas, las buhardillas, los balcones, las cornisas, las fachadas, los portales, las entradas de metro, los kioskos, los puentes, el Sena, los parques...en el momento en que se hizo esta ciudad, se pensaba más en hacer cosas bellas, imponentes y armoniosas que en el dinero...que desgraciadísimamente, es lo único que se tiene en cuenta hoy en día a la hora de construir casas y ciudades, y eso es justo lo que ocurre en la mega capital asiática reconstruída y proyectada en el sXXI en la que vivo yo.
Así que el lunes pasé en algunas horas, de esto
A esto...
Y esto.....mmmmmmmmmm!!
Paseando por mi barrio ví cosas que echo tanto de menos...como el olor de las panaderías (vale, en Francia es demasiado bueno este olor...) pero sobre todo, sobre todo, echo de menos esto:
Al día siguiente, tiendas, y al siguiente, feria, y al de después más tiendas...pero entre una y otra me encontré...
Con mi butaca, la quiero...si no costase 5000 euros!
y mi coche!!jeje! sólo le falta tener máquina de tiempo incorporada!
Atención al bolso de la chica!
Y nos comimos un delicioso heladín en Le Marais
Y Julio me invitó a un super cócktail en la cocktelería del Ritz...donde alternaba Hemingway en París...ni más ni menos!
El último día, Tiago y yo, nos despedimos de París con un pique-nique improvisado en los jardines de las Tullerías...hay algo mejor que los picnics en los parques en un día semiotoñal soleado y con la torre Eiffel de fondo? La vida es muy bella en momentos así...
Y de las calles de París a las de Londres...Oxford street me espera!! a bien tot...see you soon!!
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