Volviendo de Boracay a Shanghai, me tocaba hacer una escala de 6 horas en Manila. Así que aproveché para ir al centro y visitar un poco la ciudad.
Manila no es que tenga muy buena fama...es una ciudad super poblada, super contaminada y super peligrosa...por lo que antes de decidirme a explorarla hice unas preguntas en la "oficina de turismo" del aeropuerto, conseguí un plano y me informé de cuáles eran los taxis que podía y los que no podía coger. Con esta información me fuí a visitar lo que me diera tiempo.
No conté con que del aeropuerto a la ciudad antigua se tarda una hora, más otra que había estado esperando en la cola de los taxis buenos...así que cuando llegué tenía poco más de dos horas para todo lo que quería hacer...empezando por comer algo que ya eran las 4 de la tarde!
La ciudad antigua de Manila, INTRAMUROS, que así se llama, en español; es la zona más turística de la ciudad (pero no hay casi visitantes) y por ello la más segura. Empecé la ruta en la iglesia de San Agustín, que es muy bonita, también por dentro, de estilo barroco.
Cerca de la iglesia había una tienda con artesanías muy guapas. Tenían muchas cosas hechas con papeles reciclados, papel maché...me lié a comprar regalitos, cosas para la casa...me encantaba todo! Al salir eran ya las 5 (a las 6 había quedado con el taxista para volver) así que decidí coger una calesa y hacer una visita guiada express porque quería llegar al Manila Hotel para ver la puesta de sol...
La parte antigua de la ciudad fue construida por los españoles y todas las calles llevan nombres en español. Es una ciudad colonial, muy parecida a las que ví en América Latina, con sus iglesias barrocas, plazas, conventos jesuítas, baluartes defensivos...
Un edificio chino de la época colonial
Mi calesa y mis guías que no concebían que una mujer anduviera viajando sola!
La historia de Manila es muy agitada; los pobres han estado siempre invadidos por unos y por otros: españoles, japoneses, chinos, británicos, americanos... es una pena, el casco antiguo está prácticamente desolado porque en la segunda guerra mundial lo bombardearon brutalmente y se perdieron muchas edificios, obras de arte....
Con lo que les ha costado independizarse, exiben con orgullo los presidentes filipinos que ha tenido la república hasta la fecha. Me gustó el retrato de esta presidenta de allá por los años 80...
Toda esta zona de la ciudad rinde homenaje a los numerosos héroes nacionales que intentaron levantarse contra el poder español y fueron ejecutados. Como Rizal, que da nombre a un precioso jardín que conserva parte de la muralla defensiva y me recordó un poco al Castello de San Antón y los jardines de San Carlos de Coruña
En la muralla se sientan los jóvenes a contemplar la puesta de sol, una de las más bellas del mundo, según dicen
Los buses son guapiiisimos!
Y terminé mi recorrido en el famoso Manila Hotel, el primero que se construyó en la ciudad y donde se alojan todas las personalidades que la visitan.
Y con esta preciosa vista del atardecer, me despedí de Manila y de Las Filipinas...un placer!
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